El Rebaño Sagrado empató 2-2 en el global y gracias a su posición en la tabla consiguió pasar a la última fase. Calderón adelantó al Rebaño y Uribe puso el empate.
Ciudad de México, 21 de mayo (SinEmbargo/AS México).-El canto sale por supuesto por la boca. Se emite, dirían muchos, por la garganta. Pero en realidad, nace del corazón. La tribuna está en pie. Completa. Más de 40 mil personas saltan. Son uno mismo. Y entonan: “Dale, dale, dale Rebaño”. Con fuerza. Con orgullo. Con angustia también. Porque se juegan los últimos instantes.
Dice el marcador: 1-1. Dice el reglamento: el 2-2 global frente a Toluca le da el pase a Chivas. Por eso, cuando árbitro pita el final, esas 40 mil voces que son una sola olvidan el canto para simplemente gritar. Felicidad en estado puro. Orgullo en la piel. El Rebaño Sagrado está de vuelta en una final, 10 años, cinco meses y 11 días después de su último título.
No es fácil escribir en el libro de la historia. Es cierto. Pero también es verdad que la grandeza del Club Deportivo Guadalajara es a prueba de sequías. Por eso, la tribuna está llena. No sólo de aficionados. Está repleta de ilusión por volver a ver al cuadro rojiblanco en una final, después de largos 10 años.
Cualquiera diría que Toluca es el que tiene más necesidad, por el 1-1 de la ida. Pero Chivas carga un peso más grande encima: está obligado por su historia. Y así, con esa responsabilidad a cuestas, “ignora” la ligera ventaja que tiene por el gol de visitante. Asume el protagonismo del encuentro.
Un intento tras otro. Jesús Sánchez de lejos, cruzado, al ‘3. Disparo potente de Alan Pulido que Alfredo Talavera rebota y cuando Rodolfo Pizarro se perfila para empujar, Rodrigo Salinas barre milagrosamente para sacar a tiro de esquina, al ‘5. Y un minuto más tarde, el propio Pizarro pone a prueba la seguridad de manos de Talavera.
Los Diablos Rojos tienen la obligación del marcador. Pero un cabezazo de Fernando Uribe, al ‘7, no es suficiente peligro. Chivas insiste. El centro es de Carlos Fierro. Talavera manotea, pero deja la bola en el área. Pizarro controla y no se vuelve loco. Levanta la mirada. Encuentra el espacio. Toca atrás. Orbelín Pineda remata de primera. El travesaño salva al Toluca, al ’13.
Pelota parada. Costado izquierdo. Néstor Calderón se para frente al esférico. Cobra cerrado. Oswaldo Alanís va al encuentro de la redonda. Salta. No alcanza. La defensa tampoco. Alfredo Talavera se queda estático. La redonda se cuela entre el arquero y el poste. Estremece las redes. Gol del “Avión”. El Rebaño Sagrado toma ventaja al ’30. El Estadio Chivas explota. La tribuna canta con el 1-0. Los futbolistas se abrazan. Y a un costado del campo, Matías Almeyda festeja junto a su cuerpo técnico. Un gol que huele a final. Pero por delante queda una hora de partido. Por eso, el nerviosismo prevalece en la casa del Guadalajara.
Toluca se mete al encuentro hasta que se ve en desventaja. Entonces sí, recuerda que esto es una semifinal. Que este semestre festeja sus 100 años de historia. Y, sobre todo, que no hay mañana. Primero se atreve Rubens Sambueza, con un zurdazo que se escurre por un costado, al ’36. Y enseguida, un centro de Gabriel Hauche es mal tapado por Rodolfo Cota. El arquero deja la redonda suelta en el área. Fernando Uribe está a punto de empujarlo. Pero Carlos Salcido aleja el peligro, al ’39. La primera parte termina con ventaja para el Rebaño Sagrado.
En el arranque del complemento, la jugada trasciende desde el costado derecho. El centro no lleva nada. Parece de rutina. José Juan Vázquez está bien ubicado para cortar. Increíblemente, el “Gallito” falla. Uno de los hombres más seguros de Chivas se equivoca en el peor momento. La pelota escurre al corazón del área. Fernando Uribe patea de primera. Al fondo de las redes. Gol del Toluca, al ’47.
Con prácticamente todo el segundo tiempo por delante, los Diablos Rojos se ponen a un tanto de la final. En el Guadalajara crece la tensión. Ángel Zaldívar va al campo. Dura muy poco. En un pique, se resiente. La lesión obliga a otro movimiento. Deja el terreno de juego al ’71.
La recta final es de tensión pura. En juego está el pase a la serie por el título del fútbol mexicano. La grada hace su partido. Canta. Silba constantemente a Rubens Sambueza. No se olvida la forma en que lesionó a Isaac Brizuela. El aliento convive y se funde con el nerviosismo.
Los últimos instantes finales transcurren con la tribuna de pie. “Dale, dale, dale Rebaño”, canta una y otra vez esta grada que ha esperado largo tiempo. Silbatazo. Algarabía absoluta. La tribuna es una fiesta. Los rojiblancos se abrazan. Chivas está de vuelta. El 1-1 es suficiente. El 2-2 global le da el pase por la mejor posición en la tabla. El sueño de la 12 vive. Diez años, cinco meses y 11 días después del título de 2006, el Club Deportivo Guadalajara está de nuevo en una Final.
¡ESTAMOS EN LA FINAL! ???
¡A PELEAR POR LA 12, CHIVAHERMANOS! ?#ADarLaVuelta pic.twitter.com/Hoqi5wvLKT— CHIVAS (@Chivas) 22 de mayo de 2017
1/2 tiempo en Guadalajara @Chivas 1-0 @TolucaFC
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